- Fecha de Nacimiento: 16 de septiembre de 1953
- Nacionalidad: Chilena
Éxitos desde el banquillo en cuatro países diferentes: Chile, Ecuador, Argentina y España
Más de 20 años entrenando avalan la experiencia de este técnico chileno formado a sí mismo. Desde que debutase en el banquillo de su Universidad de Chile en 1988, Pellegrini no ha parado de aprender –llegó incluso a especializarse en cursos de entrenador fuera de su país coincidiendo con su primera experiencia profesional-.
Ya en el siglo XXI cumple el sueño de trabajar en la exigente y competitiva Liga argentina, haciéndolo además en dos clásicos del país: San Lorenzo de Almagro y River Plate. Sólo necesitó dos campañas, una con cada equipo, para demostrar su valía al llevar a las vitrinas de ambos conjuntos dos Campeonatos de Clausura –en Argentina la competición nacional se divide en dos: Apertura y Clausura-.
A partir de este momento se acrecienta su leyenda en los banquillos y su fama empieza a traspasar fronteras. Quizá por ello el Villarreal, siempre atento a los valores emergentes que se mueven en el fútbol que se practica en América, apostó por él. No se equivocó el equipo español ya que con Pelligrini en el banquillo vivió la etapa más exitosa en sus más de ochenta años de historia. Cinco temporadas en las que el conjunto castellonense ha ido creciendo de la mano del chileno hasta convertirse en lo que es ahora: uno de los equipos más importantes de España y toda una referencia en el viejo continente. El aficionado del Villarreal, una localidad que cuenta con poco más de 50.000 habitantes, siempre guardará en su retina el subcampeonato liguero en la campaña 2007/09 y sobre todo las semifinales de la Champions League ante el Arsenal en la que tan sólo una pena máxima les separó de jugar la final del torneo continental por excelencia.
Su libro de estilo: movilidad, combinaciones rápidas y exigencia personal
Manuel Pellegrini pertenece a esa estirpe de última generación de técnicos que creen que la formación intelectual no está reñida con su trabajo en el banquillo. Licenciado en Ingeniería Civil, el chileno ha llegado a afirmar que “el que dedica 24 horas al día al fútbol es muy mal entrenador. El fútbol es una combinación de personalidad, gusto, exigencia, liderazgo... El liderazgo se aprende leyendo, viendo, viviendo. Si sólo de fútbol sé, nada sé”.
En su ideario técnico toma especial relevancia el trato por el balón, es siempre protagonista el esférico en sus sesiones de entrenamiento. “Nos entrenamos con el balón, con la dinámica de juego. Cuando haces que corra y se desgaste el contrario, tu capacidad física va a ser mayor. Y después, la intensidad en el puesto: quiero que el lateral cierre 20 veces a la máxima intensidad y eso se consigue en los partidillos en campos reducidos, siempre jugando. Correr 800 metros, eso no es real”, afirmó recientemente en una entrevista.
La movilidad y las combinaciones rápidas son las características principales de su método de trabajo táctico. Para el chileno es tan importe el rigor defensivo y la tensión con la que se han de vivir los partidos en la retaguardia como la imaginación con la que se han de gestionar los últimos y decisivos metros. Pellegrini explica así su doctrina futbolística: “Mi filosofía está relacionada con tener jugadores técnicamente buenos. Al jugador hay que hacerlo rígido en una parte de la cancha para achicar espacios, hacer relevos, cruces, salir de campo propio..., y hay que dejarle la inventiva en los últimos 25 metros. Yo se lo transmito a los jugadores: 'Busquemos diez paredes. Nos equivocaremos en ocho, pero con dos vamos a ganar el partido'. Si no logras asociarte ni logras esa distancia en la que el jugador está cómodo tocando y marcando, es difícil un fútbol creativo. Si la primera vez que el jugador se equivoca en los últimos metros, el técnico lo hostiga, va a hacer cosas prácticas, pero no a marcar las diferencias. Es mejor equivocarse buscando cosas nuevas y no un fútbol plano o rifando la pelota”.
Clara apuesta por la cantera
No le temblará el pulso a Manuel Pellegrini a la hora de apostar por las categorías inferiores del Club. Cazorla, campeón de Europa con la selección española, o el mediocentro Bruno son dos claros exponentes de una filosofía futbolística que encaja a la perfección con la idiosincrasia de su nuevo equipo.
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