Un extraño fenómeno climático afectó a la ciudad de Villarrica, en la región de la Araucanía, caracterizado por fuertes vientos y granizos de gran tamaño.
El cuasi tornado, con ráfagas de viento de 120 kilómetros por hora, dejó vehículos volcados, provocó la voladura de techumbres, árboles caídos como también el derribo de algunos postes de luz. Sin embargo, las autoridades no han calificado al fenómemo como tal, y algunos vecinos lo caracterizaron como un gran torbellino que alcanzó unos 30 metros de altura.
Además, durante la ocurrencia del fenómeno -cuya fase crítica duró cerca de dos minutos- cayeron sobre la ciudad enormes granizos, del porte de una pelota de golf, y se produjeron truenos y relámpagos.
La ciudadanía de la ciudad lacustre quedó completamente conmocionada porque luego de ocurrido el fenómeno, parecía que hubiese ocurrido un terremoto, con la mitad de los árboles en el suelo.
Se estima en unas 10 las personas que resultaron con lesiones menores, producto de los elementos que volaron por los aires y que las golpearon. Asimismo, se calcula que un centenar de viviendas quedó con sus techumbres fuertemente dañadas, al igual que las dependencias de la municipalidad.
Las autoridades regionales de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) se trasladaron desde Temuco al lugar para evaluar esta pequeña catástrofe, cuyos daños en bienes públicos y privados aún no han sido cuantificados.
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