La versión que hemos probado es la intermedia, por potencia, de entre las tres que hay disponibles inicialmente. Tiene un motor de 3,0 litros y seis cilindros que da 265 CV. Lo mejor de este motor es lo suave que es, como suena y lo poco que gasta en condiciones normales.
Los rivales más directos del Z4 son el Audi TT, el Mercedes-Benz SLK y los Porsche Cayman y Boxster. De ellos, el único que tiene un techo duro, como el Z4, es el Mercedes-Benz. En los otros dos hay que decantarse por la carrocería cerrada (TT cupé, Cayman) o abierta con un techo de material textil (TT roadster, Boxster).
Comparando las versiones descapotables de estos cuatro modelos más semejantes por potencia al Z4 sDrive 30i, se puede ver que el modelo de BMW (que cuesta 47.900 €) es el más asequible. El Audi TT roadster de 272 CV (56.650 €), el SLK 350 (54.200 €) y el Boxster (51.667 €) son más caros.
Entre el equipamiento de serie, que incluye el cambio manual de seis marchas (hay uno automático que es opcional), está el mando «Dynamic Driving Control». Este pulsador (con tres selecciones: «Normal», «Sport» y «Sport+») sirve para modificar el funcionamiento del pedal del acelerador, del motor, del control de estabilidad, de la caja de cambios automática y de la amortiguación electrónica del chasis «M Sport» (si los tiene).
No hay comentarios:
Publicar un comentario